A.U. Contrapoder

Con compañeras/os venidos/as de Grecia e Italia, que con sus huelgas generales y masivas movilizaciones estudiantiles han sido el epicentro de las protestas contra los recortes sociales de los últimos meses, hablaremos de la crisis en estos y otros paises, de sus peculiaridades y sus puntos en común, así como de las iniciativas surgidas frente a las "soluciones" neoliberales.

| JUEVES 31 | 12:00 | FACULTAD DE POLÍTICAS Y SOCIOLOGÍA UCM | AULA B04 | 

Os invitamos a tod@s a una conferencia sobre la intervención en Libia. Analizaremos el caso con expertos en derecho internacional y en ciencia política, entre ellos:

José Antonio Sanáhuja (ICEI)
Rafael Bustos (Profesor de Derecho Internacional UCM)
Jaime Pastor (Profesor de Ciencia Política UNED)
Ariane Paredes (AU Contrapoder)

Lugar: Salón de Grados (3º planta)
Fecha: Miércoles 30
Hora: 13:00

Organiza: A.U Contrapoder

Diego Barcala | Público

Cuatro jóvenes universitarios, dos varones y dos mujeres, fueron sacados ayer de sus casas para ser llevados a la comisaría. La Brigada Provincial de Información de Madrid de la Policía Nacional (que suele investigar los delitos relacionados con el terrorismo) los detuvo acusados de un delito de profanación de un lugar destinado al culto. Dos denuncias, una presentada por el sindicato ultraderechista Manos Limpias y otra procedente de la Iglesia, sirvieron para que lo ideado el pasado jueves como una protesta estudiantil pacífica se convirtiera en un delito contra un derecho fundamental.

"Hicimos una procesión que pretendía ser simbólica. Éramos un grupo de mujeres con velo morado. El velo simulando a las vírgenes y el morado por las mujeres. Fuimos cantando salmos hasta la capilla. Cuando llegamos, no había ninguna misa. Tan sólo estaban rezando una joven sentada y otra de pie, el capellán y una señora en la entrada. En apenas siete minutos, leímos un manifiesto que enumeraba las últimas declaraciones homófobas y machistas de los obispos y el papa. Terminamos mostrando unos lemas pintados en nuestro cuerpo desnudo". Así describe una de las activistas el acto de protesta por el que cuatro jóvenes fueron detenidos.

Prefiere no decir su nombre. El miedo por las agresiones verbales y amenazas recibidas en los últimos días le obliga al anonimato. "No me arrepiento de lo que hicimos salvo de haberlo colgado en internet. Tendríamos que haber pensado en las consecuencias. Lo positivo ha sido que el debate sobre la existencia de capillas en las universidades públicas ha vuelto al primer plano", concluye la alumna.

Abierto o no el debate, la condena a la protesta en la capilla ha sido prácticamente unánime. Incluido el rector, Carlos Berzosa, que no se ha librado de las feroces críticas por parte del Gobierno de Esperanza Aguirre pese a haber abierto un expediente informativo para tratar de identificar a los autores de la iniciativa. "Afortunadamente, el rector no va a seguir", espetó ayer el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. "Es responsabilidad del rector garantizar que cada uno pueda ejercer sus derechos en el seno de la Universidad", insistió González.

El apoyo a Garzón
El rector ha hecho un llamamiento durante toda la semana a la autonomía universitaria de un cargo que es elegido por sufragio universal ponderado. Sin embargo, miembros del Ejecutivo de Aguirre como su consejero de Presidencia, Francisco Granados, continuaron ayer con sus ataques: "El otro día dijo Berzosa que estaba dolido por el acto a favor de Garzón. No es cierto, el rector puede apoyar a quien quiera. Estoy en contra de que en ese acto se insulte gravemente a los jueces del Tribunal Supremo llamándoles franquistas y antidemócratas", argumentó.

La Comunidad de Madrid mantiene un litigio con la Universidad Complutense por una denuncia presentada por Berzosa que reclama 60 millones de euros al Gobierno autonómico. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid reconoció una deuda de 18 millones con la Universidad. Ese fallo está recurrido por las dos partes.

Las detenciones de los alumnos ponen de relieve la resistencia que la Iglesia y su entorno más conservador están dispuestos a ofrecer para mantener sus espacios de privilegio en los lugares públicos. El pasado nacionalcatólico todavía pesa en 11 universidades públicas que mantienen y costean capillas católicas. "Cuando yo era estudiante de la Complutense, cada centro tenía una capilla, y cuando se quitaron, por un rector de derechas, no pasó nada, no recuerdo ningún revuelo", recordó ayer Berzosa, según Europa Press.

Un manifiesto firmado por 150 profesores universitarios reclamó ayer la desaparición de estos lugares de culto. "Aunque no compartimos la forma en la que se llevó a cabo la performance del 10 de marzo en la Capilla del Campus de Somosaguas, en modo alguno las estudiantes pretendían poner en cuestión el ejercicio de ningún derecho individual o colectivo", dice el escrito encabezado por profesores y cargos universitarios como Ramón Cotarelo (UNED), Joaquín Aparicio (UCLM) o Josep Fontana (UPF).

Los jóvenes detenidos se pueden enfrentar a penas de seis meses a un año de prisión por un delito de profanación de lugar sagrado, según el artículo 524 del Código Penal. Organizaciones como Europa Laica defienden que alborotar en una iglesia debería suponer el mismo castigo que si se hace en una conferencia. Es decir, una falta.

Más de 60 profesoras y profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM han firmado ya el Manifiesto por la laicidad a la vez que se han solidarizado con las estudiantes que protestaron contra los privilegios de la Iglesia Católica en la capilla de Somosaguas.

Entre los firmantes hay varios catedráticos de Ciencia Política, de Sociología y de Antropología y varios vicedecanos.

El manifiesto, al que se han unido más de 250 docentes de otras facultades de la Complutense y de otras universidades públicas, declara que la "presencia de capillas y otros símbolos de poder religioso en las instituciones educativas públicas no responde a la satisfacción del derecho a la libertad de culto, sino a un privilegio de la Iglesia Católica que va siendo hora de superar en las universidades públicas".


Las firmas se siguen recogiendo en la dirección de correo electrónico universidades.laicas@gmail.com

Son palabras de Jorge Castrillón, historiador del Arte de 34 años que vive en Valladolid. “El técnico de empleo me aconsejó que dejara solo la Licenciatura, porque el Doctorado era un lastre para optar a un puesto en el supermercado”.

Generación perdida o generación precaria, demasiado preparados o pre-parados... El panorama laboral para la juventud española no puede ser más desalentador. Cuanta más formación tienen, menos posibilidades tienen de encontrar un trabajo digno o un trabajo cualquiera.

Según las últimas cifras del Ministerio de Trabajo, en febrero de este año se registraron 68.260 desempleados más que en enero, por lo que el número de personas sin empleo alcanza un total de 4.299.263. El peor dato desde 1997.

Movidos por un profundo malestar y una mayor desazón, los miembros de la Asociación Contrapoder de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), han lanzado un mensaje alto y claro en las redes sociales: “No vas a encontrar trabajo fijo en la puta vida. Sin curro, sin casa, sin pensión: no hay futuro para la generación precaria”.

Ayer, sábado 12 de marzo, más de 10.000 personas se sumaron a la convocatoria de la Confederación General del Trabajo y salieron a la calle para mostrar su rechazo al Pacto Social y Económico 2011, cuya firma tuvo lugar el mes pasado. La aprobación de este acuerdo entre Gobierno, patronal, CCOO y UGT incluye en su contenido el recorte de prestaciones sociales, la bajada de los salarios y el retraso de la edad de jubilación, entre otras medidas de precarización del trabajo.

La movilización, que contó con el apoyo de organizaciones nacionales e internacionales de todo tipo, transcurrió desde Cibeles hasta el Parque del Oeste, atravesando el centro de Madrid en un larga marcha que no ha encontrado mención alguna en los grandes medios de comunicación, con la excepción de alguna breve nota de agencias. Es elocuente la forma en que se silencian las demostraciones públicas y multitudinarias de rechazo al Pacto Social, mientras que su firma se quiso hacer ver como un logro de negociación entre fuerzas sociales, al tiempo que se obviaba el hecho de que nos condena, a todas y todos, a la precariedad laboral perpetua.

A esta convocatoria, que mantuvo su espíritu reivindicativo de principio a fin, Contrapoder acudió junto a otros colectivos estudiantiles para sumar sus gritos contra los recortes que nos imponen un futuro en la incertidumbre. Al final de la marcha, el concierto en el Parque del Oeste abrió un espacio festivo y de cercanía entre tod@s los asistentes, que animaría el ambiente del sábado hasta las 6 de la tarde.

L@s jóvenes no nos resignaremos ante la ofensiva de quienes quieren robarnos la oportunidad de decidir sobre nosotr@s mism@s, y que pretenden encadenarnos con la constante preocupación del "no llego a fin de mes" o del "dónde encontraré curro el mes que viene". Frente a este ataque contra nuestra perspectiva vital, debemos salir a la calle y alzar la voz por un futuro sin miseria.

Fotos: FotogrAcción

El miércoles 16 de marzo, a las 13 horas, tendrá lugar en la Sala de Juntas (3ª planta) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología la charla-debate "¿Y también el agua? Contra la privatización del Canal Isabel II". En ella intervendrán tres componentes de la Plataforma contra la Privatización del CYII: Liliana Pineda, José Galante y Gracia Llorente, quienes expondrán las características de este proceso de expropiación de bienes públicos por parte de las autoridades de la Comunidad de Madrid.

Con este acto, la AU Contrapoder quiere, una vez más, aprovechar el característico espíritu critico de nuestra Facultad para hacer de ella un espacio en el que se reivindiquen los bienes de todas y todos. Dentro de la espiral de ataques que dirigen contra la ciudadanía los gobiernos al servicio de los poderes financieros, la privatización del Canal Isabel II representa uno más de estos recortes: la restricción del acceso a un bien tan básico para la vida como es el agua.

El nombre de la charla es un guiño a También la lluvia (Icíar Bollaín, 2010), película que tiene como telón de fondo la guerra del Agua de Cochabamba. En este conflicto, originado por la privatización del servicio de aguas de dicha ciudad boliviana en el año 2000, las protestas de un amplio movimiento social demostraron la toma de conciencia por parte de la población de que si no defendían ell@s mism@s sus derechos y sus conquistas, éstas pasarían a servir intereses económicos privados. Hoy aquí, en el Madrid de 2011, entre la aprobación de los "ajustes" necesarios para salvar los mercados financieros, el agua dejará de ser un bien de tod@s si no afrontamos la necesidad de intervenir en defensa de lo que es nuestro y se nos pretende arrebatar.

Desde Contrapoder, nos solidarizamos con la lucha del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as y con su Secretario General, Diego Cañamero, ante los ataques represivos que vienen sufriendo en los últimos meses: 400.000 euros en multas, fianzas y sanciones, 350 militantes procesad@s y peticiones de cárcel que ascienden a más de 40 años. El viernes 4 de marzo, se emitió una orden de "búsqueda y captura" contra Diego Cañamero, quien no se presentó a un juicio el pasado 18 de febrero por su participación en los piquetes informativos de la huelga general del 29-S.

 

Identificamos en la valentía del Comité Central del SAT al declarar su insumisión judicial un gran ejemplo del sindicalismo combativo que hace de sus luchas un modelo de organización masiva y radical. Cuando Diego Cañamero visitó nuestra Facultad el pasado mes de diciembre, nos permitió conocer de primera mano las experiencias del SAT en la disputa y la conquista de espacios arrebatados a los de arriba a través de la acción sindical digna, cristalizada en cooperativas y centros de trabajo gestionados por y para las trabajadoras y trabajadores de Andalucía.

¡INSUMISIÓN JUDICIAL, LUCHA SINDICAL!

Madrid, 3 de marzo de 2011

Los/as miembros de la comunidad universitaria firmantes de este escrito queremos denunciar la grave situación que atravesamos en las universidades públicas y que las últimas medidas gubernamentales no hacen sino empeorar. Ante ello, hacemos un llamamiento urgente a toda la comunidad universitaria para movilizarse y tomar medidas que reviertan esta situación.

Debemos recordar que desde la aprobación de la LOU en 2001 no ha dejado de atomizarse y deteriorarse la condición laboral del profesorado universitario con un aumento sin fin de las figuras más precarias (titulares interinos a tiempo parcial, asociados/as y falsos asociados/as, personal investigador inestable, etc.), con la carencia de una carrera profesional definida, el retroceso democrático al estipularse órganos colegiados con representación ampliamente desproporcional, la transferencia de funciones a agencias de acreditación que operan con amplia discrecionalidad, y el incremento de las universidades privadas auspiciadas por el elitismo, las subvenciones y la comercialización de la educación superior.

Por si eso fuera poco, antes de resolver tales problemas nos vimos envueltos en la oleada imparable del EEES (Espacio Europeo de Educación Superior). Con la imposición autoritaria y chapucera del llamado Plan Bolonia las cosas todavía se han puesto peor: clases masivas, horarios y cargas laborales imposibles, estrangulamiento financiero de las universidades por parte de los gobiernos autonómicos, sustitución de las becas por préstamos al estudiantado, Másters que no se pueden homologar en Europa (por el modelo 4+1 propiciado en España) y que encubren una subida de tasas de matrícula, etc. ¡Y todo ello oculto bajo loables objetivos de renovar las metodologías didácticas!

Mientras, la capacidad salarial del profesorado universitario se ha ido reduciendo constantemente y la inexistencia de Convenios Colectivos dignos inciden aún más en esta destrucción del sistema universitario público.

Rectorados y Gobiernos Autonómicos (PP en Madrid), con el respaldo de entidades bancarias bien conocidas, no han sido los únicos responsables de este desaguisado: el Gobierno central (PSOE) no lo ha hecho mejor y no sólo ha recortado brutalmente los recursos dedicados a la educación y a la investigación, sino que promueve descaradamente, por medio de una ministra empresaria de la biotecnología y multimillonaria, la empresarialización del conocimiento producido y de los medios institucionales que necesitamos para producirlo.

Todo ello se ha ido implementando durante los tiempos de bonanza económica para las élites especulativas del país con el silencio, connivencia o pasividad de quienes participamos en la vida universitaria. Pero la crisis económica, dejando a más de 4 millones de personas en el desempleo y a otras tantas en situación de pobreza, ha destapado la violencia sin fisuras que las élites ejercen contra la mayoría de la población: desahucios por impagos de hipotecas, corrupción política e ingresos millonarios de la casta política, enormes gastos militares y en operaciones bélicas exteriores, eliminación y privatización de servicios públicos, despilfarro público en infraestructuras innecesarias y contaminantes, persecución y represión de las personas migrantes y disidentes... culminando en la penúltima medida neoliberal adoptada por el PSOE: el abaratamiento y la facilitación del despido, la demanda eterna de la patronal para explotar más impunemente a la mano de obra.

El pasado jueves 3 de marzo, Fathi Chamkhi, miembro del Consejo Nacional para la Protección de la Revolución de Túnez dio una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Su intervención fue acompañada por la de Miguel Romero, editor de Viento Sur.

Delante de unos cincuenta estudiantes, este último centró su discurso en un análisis general de los movimientos que hoy en día sacuden el Magreb. También destacó las diferencias fundamentales que existen y que deben de existir entre las transiciones de estos países y la del Estado español.

La posterior intervención de Fathi Chamkhi se ciñó más al caso tunecino y la situación política y social actual de este país. Su análisis de la transición, o más bien de la posible transición, fue el núcleo de su discurso. Situándose en el sector más revolucionario del Consejo de la Revolución, Fathi Chamkhi opta y defiende un modelo de transición que englobe cambios políticos, sociales y anti-imperialistas. Hizo especial hincapié en la centralidad de los jóvenes tunecinos en el levantamiento, declarando incluso que “lo que yo he estado intentando lograr toda mi vida, los jóvenes lo han conseguido en muy poco tiempo”. Además de esto, subrayó la espontaneidad y la labor política que caracterizan al pueblo tunecino en estos momentos. Finalmente, y antes de abrir un turno de preguntas para poder conocer el resentir del estudiantado madrileño sobre la revolución tunecina, Fathi Chamkhi declaró: “si queréis ayudar a la revolución tunecina, a la revolución egipcia, a la revolución árabe, lo que tenéis que hacer es la revolución, aquí mismo.”

En poco tiempo estará disponible el video de la conferencia. Hasta entonces, os dejamos unas fotos:

La insurrección tunecina fue la primera del magreb, y ha servido como ejemplo movilizador para el resto de la región. Tras Túnez, han estallado revueltas en Egipto y Libia, e importantes protestas en Yemen e incluso en Bahrein, entre otros países.

El derrocamiento de Ben Alí desmintió la supuesta salud de hierro de las dictaduras de la región, y resquebrajó la ingeniería geopolítica diseñada por Estados Unidos y la Unión Europea. Además, impungó las representaciones del mundo árabe como congelado y obligado a elegir entre el fanatismo religioso o las dictaduras apoyadas por los gobiernos occidentales.

Las clases subalternas de Túnez han desplegado un inmenso poder destituyente, que es en rigor el único motor de las transformaciones en curso en la región: nada habría cambiado sin el pueblo en la calle. El escenario ahora aparece marcado por los intentos de encauzar los procesos abiertos hacia “transiciones responsables” –a la española, diríamos-, tuteladas por Occidente y capitaneadas por miembros reconvertidos de las antiguas dictaduras. La reciente dimisión del Primer Ministro de Túnez revela, sin embargo, que en ese camino las élites van a contar con amplias resistencias populares.

La cuestión del poder, por tanto, es central para el proceso de cambio en Túnez: la amplitud y profundidad de las transformaciones dependerán de que las resistencias, exitosas en la ruptura, lo sean también en la construcción de poder político constituyente y revolucionario. Una discusión clave en el cambio social y en los debates de la izquierda, sobre que los diferentes ejemplos latinoamericanos puedan aportar una interesante perspectiva comparada.