De cuando Aznar conoció a la democracia en Oviedo.
El pasado jueves, estudiantes de la Universidad de Oviedo recibieron al expresidente del Gobierno José María Aznar con una protesta en la que se le recriminaba su participación en la invasión de Irak. Todos los argumentos empleados para justificar aquella guerra se han revelado falsos con el paso del tiempo y han dejado un rastro de destrucción y muerte a su paso.
Aquella primavera de 2003 estuvo marcada por masivas protestas que reflejaban un consenso contra el gobierno de la Guerra. Los y las estudiantes fuimos l@s primeros, el 19 de marzo de 2003, tras la primera noche de bombardeos sobre Bagdag, en hacer huelga y salir a la calle contra la masacre del petróleo y las mentiras. A cambio, probamos las porras y las pelotas de goma del gobierno del Partido Popular. Ya las habíamos probado antes, cuando nos enfrentábamos a la Ley Orgánica de Universidades, que abría un camino de mercantilización de la Universidad Pública que el siguiente gobierno ha continuado fielmente.
Desde la Asociación Universitaria Contrapoder, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, queremos mandar un abrazo a l@s estudiantes de Oviedo, y a tod@s l@s que mantienen las Universidades críticas, irreverentes, productivas, vivas.
También en nuestra facultad recibimos, hace un año, a Josep Piqué, recordándole Guantánamo, Irak y sus cabezazos serviles con los señores de la Guerra. No pudimos, en cambio, hacerlo con Rosa Díez, que quiso fotografiarse acosada por “violentos” y decidió no venir cuando supo que la esperábamos con ganas de reírnos de ella.
En nuestra facultad nos enseñan que los mecanismos de accountability o rendición de cuentas son básicos para la salud de un sistema político democrático. Hasta ahora nadie, salvo los estudiantes de Oviedo, había sido capaz de colocar a Aznar en esa tesitura. Por esta razón nos alegramos de lo sucedido en la Universidad de Oviedo, y queremos mandar nuestro apoyo a nuestr@s compañer@s que interrumpieron la conferencia de Aznar. Creemos que, ésta, es una buena forma de irrumpir en una escena mediática pública que está cada vez más monopolizada por los grandes partidos y su política-márketing, por los grandes medios de comunicación y por los candidatos oficiales rodeados de guardaespaldas.
L@s estudiantes, precarios de la producción de conocimiento, tenemos mucho que decir, pero jamás se nos oye. Por eso, a veces, nos colamos en las representaciones de la política oficial. La desobediencia civil es una forma efectiva y pacífica de obligar a los poderosos a rendir cuentas y a romper el formato rígido en el que ellos marcan las preguntas y respuestas, y obligarles a confrontar sus vergüenzas: las privatizaciones que decretan, las guerras que apoyan, las protestas que tratan de acallar a golpes.
A quienes se llenan la boca hablando de tolerancia les decimos que, “cuando todo se puede decir la forma de censura es el consenso”. Acostumbrados a que nadie les contradiga, nadie les responda, nadie les cuestione, los poderosos se ponen muy nerviosos ante estudiantes que sólo levantan la voz y pancartas. A veces, hasta levantan el dedo e insultan detrás de sus guardaespaldas, enseñando democracia.
Ahora, el ruido del discurso dominante nos tapa. Los que mandan hablan de tolerancia y toleran todas las voces que son la misma. En los medios de comunicación masivos en los que nunca tenemos espacio, en las declaraciones oficiales, en las mesas de opinadores profesionales, nunca se nos ve. Pero que nadie se engañe: seguimos aquí, no nos escondemos. Seguimos trabajando desde abajo y a la izquierda: organizamos debates, conferencias, seminarios. Trajimos a nuestra facultad al Presidente boliviano Evo Morales o al científico social Immanuel Wallerstein. Protagonizamos la vida de nuestras facultades y lo hacemos desde el compromiso, para transformar nuestras universidades y nuestras sociedades. Las recetas de los que mandan, ayer y hoy, ya sabemos a dónde nos conducen: socializar las pérdidas, privatizar las ganancias.Unos pocos lo dicen todo, la mayoría no decimos nada.
Vamos a seguir ejerciendo democracia sin pedir permiso, cuestionando, tomando la palabra. Nos enorgullece decirlo: l@s estudiantes de Oviedo también somos nosotr@s, junto con much@s otr@s más. Somos much@s, en muchas universidades. No tenemos nada que ocultar. Lo vamos a seguir haciendo.
21/2/2010
Asociación Universitaria ContrapoderFacultad de Ciencias Políticas y Sociología-UCM