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Este martes 11 de mayo Contrapoder organizó en la facultad un acto sobre el diario Euskaldunon Egunkaria, su cierre por orden de la Audiencia Nacional y la posterior sentencia, conocida hace poco, en la que, siete años después del inicio del proceso, se absuelve a los acusados de todos los cargos.
Pudimos contar con la presencia de Carmen Lamarca, profesora de Derecho Penal de la Universidad Carlos III de Madrid, de Jaime Pastor, profesor de Ciencia Política de la UNED y miembro de la plataforma de apoyo a Egunkaria, y de Martxelo Otamendi, ex director del periódico vasco Euskaldunon Egunkaria.
Comenzó el acto Jesús Serrano, estudiante de Ciencias Políticas y miembro de la A.U. Contrapoder. Presentó a los ponentes y explicó el interés de Contrapoder a la hora de realizar el acto: señalar las vulneraciones de derechos cometidas por el Estado, especialmente en Euskadi, bajo el paraguas del “antiterrorismo”, y el tremendo ataque a la libertad de expresión y a la cultura vasca, que supuso el cierre del único periódico íntegramente en Euskera.
Posteriormente intervino Jaime Pastor, quien nos habló de las implicaciones políticas de lo sucedido con Egunkaria.
Por su parte Carmen Lamarca comentó, la aberración, desde el punto de vista jurídico, que supuso el cierre de un medio de comunicación y la detención de cinco periodistas, fundado todo ello en acusaciones insostenibles.
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Por último intervino el ex director de Egunkaria, Martxelo Otamendi. Nos contó cómo ha vivido estos siete años desde el cierre del periódico. El maltrato sufrido en manos de la Guardia Civil por él y sus compañeros periodistas. Lo absurdo de la acusación contra ellos, sospechosos de formar parte del entramado de ETA por el simple hecho de ser directivos de un periódico en Euskera. Se pudo apreciar además la sensación de impotencia y de impunidad que ha quedado en los cinco imputados y en general entre quienes han defendido a Egunkaria, al comprobar que, si bien siete años después la Audiencia Nacional ha reconocido que no existía la más mínima prueba para cerrar el diario, el daño ya está hecho: cierre y desaparición del único diario íntegramente en euskera, días de incomunicación y torturas para los detenidos, meses de prison preventiva y siete años en el punto de mira de los medios, etc. ¿Quién lo va a reparar? Nadie.
Pero además, según contó Martxelo, los cinco directivos de Egunkaria se encuentran aún a la espera de juicio, ya que el Ministerio del Interior español les puso una querella cuando ellos denunciaron haber sufrido torturas, bajo el argumento de que el denunciar torturas en las detenciones es la forma habitual de funcionamiento de ETA, por lo que los detenidos habían <> al hacerlo.
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Después de la intervención de Martxelo Otamendi se abrió un turno de preguntas, en las que varias estudiantes, además de mostrar su solidaridad a Martxelo, se interesaron por su experiencia personal en todo el calvario sufrido.
Con este acto, Contrapoder ha querido poner su granito de arena en el cuestionamiento de una de las reglas no escritas que se dan en el marco político del Estado español: la sospecha y la criminalización de todo lo que promueva y defienda el carácter vasco de la CAV, de Navarra y del País Vasco francés, y más aún si esa defensa se lleva a cabo desde la izquierda. Consensos que con frecuencia suelen ser la preparación y la antesala de vulneraciones de derechos por parte del Estado; en este caso: las torturas a cinco periodistas, el cierre de un periódico y el linchamiento desde la política y desde la inmensa mayoría de los medios a quienes resultaban incómodos por salirse de los márgenes políticos establecidos.
Con este acto, Contrapoder ha querido poner su granito de arena en el cuestionamiento de una de las reglas no escritas que se dan en el marco político del Estado español: la sospecha y la criminalización de todo lo que promueva y defienda el carácter vasco de la CAV, de Navarra y del País Vasco francés, y más aún si esa defensa se lleva a cabo desde la izquierda. Consensos que con frecuencia suelen ser la preparación y la antesala de vulneraciones de derechos por parte del Estado; en este caso: las torturas a cinco periodistas, el cierre de un periódico y el linchamiento desde la política y desde la inmensa mayoría de los medios a quienes resultaban incómodos por salirse de los márgenes políticos establecidos.
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Desde la A.U. Contrapoder creemos que el mero hecho de dar voz a quien ha sufrido en carne propia –literalmente- las consecuencias de estos consensos oficiales supone un hecho profundamente político: de desobediencia, de ruptura y, sobre todo, de solidaridad.
Videos del acto
Parte 1:
Parte 2:
Parte 3:
Parte 5: