Este jueves, 7 de octubre de 2010, Contrapoder, la Fundación CEPS y La promotora convocaron un encuentro con el Embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga, con el fin de conocer de primera mano las impresiones acerca del golpe de Estado fallido que se produjo el pasado 30 de septiembre.
Asimismo, fueron invitados Luis Verdesoto, sociólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar (Ecuador), Carlos Prieto, Gerente de la Casa de América y miembro de la Fundación CEPS, Ariel Jerez, Vicedecano de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y Julio González, Secretario General de la UCM.
Asimismo, fueron invitados Luis Verdesoto, sociólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar (Ecuador), Carlos Prieto, Gerente de la Casa de América y miembro de la Fundación CEPS, Ariel Jerez, Vicedecano de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y Julio González, Secretario General de la UCM.
La apertura del acto corrió a cargo de Íñigo Errejón, investigador de la Universidad Complutense y miembro de la Fundación CEPS, quien presentó a los ponentes y el interés que tenía el acto en sí mismo: la sensibilidad existente en la Facultad respecto a las crisis de los anteriores regímenes neoliberales y las posibilidades transformadores de eso que hemos llamado la nueva izquierda latinoamericana; la percepción de las ecuatorianas que se encontraban en el exterior ante la posibilidad de un golpe de Estado; el modo en que éste fue tratado desde los distintos medios de comunicación o las diversas justificaciones que se le han dado a dicho intento golpista; finalmente, las implicaciones que tienen los análisis hechos desde la Universidad, en tanto en cuanto contienen en sí mismos tanto fundamentos como consecuencias políticas esenciales para entender cómo tratamos estos procesos en América Latina.
Después, Julio González hizo una introducción comparativa entre los golpes de Estado provocados en Honduras y Ecuador, destacando la fortaleza de la sociedad civil en el segundo caso, así como la conexión existente entre cierta debilidad golpista y la situación decadente de la hegemonía de Estados Unidos en el sistema interestatal.
Más tarde intervino Ariel Jerez, quien resaltó la condición de vanguardia de transformación que correspondía a este ciclo político latinoamericano. Por otra parte, se mostró preocupado por cómo, a través de teorías desarrolladas en la Facultad, se han construido diversas formas de “vender” y situar algunos tipos ideales de transiciones democráticas desde perspectivas conservadoras o reaccionarias. También hizo mención a la importancia de alterar los modelos productivos para garantizar los cambios políticos, así como a la centralidad del respeto y reconocimiento a los derechos humanos en ese trasvase a otros sistemas políticos.
Posteriormente hizo su presentación Luis Verdesoto quien, a través del discurso de “la sonada policial”, argumentó que la posibilidad golpista se deducía de una corrupción derivada del inmenso gasto público y de un exceso de poder presidencialista ocasionado por las dinámicas constitucionales y parlamentarias.
Carlos Prieto contextualizó la situación de Ecuador en clave histórica, aludiendo al potencial transformador de un poder constituyente todavía en ciernes, así como a la capacidad de la Constitución Ecuatoriana de subvertir o corregir en alguna medida la producción y reproducción de dominación social anclada históricamente en Ecuador. Por otra parte y frente a lo argumentado por el ponente anterior, cuestionó rotundamente la existencia de un poder concentrado en la figura del Presidente, así como puso de manifiesto la necesidad de un bloque contrahegemónico fuerte para implementar las medidas políticas propuestas, como tristemente demuestra el golpe de Estado en Ecuador. Por último, resaltó la decisión eficaz de Correa en acudir al bloqueo de la reacción antidemocrática de la policía.
Finalmente, Galo Chiriboga, Embajador de Ecuador en Madrid, proyectó un vídeo procedente de las cadenas de televisión privadas en que se mostraban las motivaciones golpistas de la policía, así como las intenciones de asesinar al Presidente Correa. Después, se refirió a la vinculación de Lucio Gutiérrez con la intentona golpista, al igual que respaldó la eficacia del Presidente por la rapidez de la reacción. Finalmente, insistió en la necesidad de recrear poderes institucionales capaces de sostener los cambios propuestos, así como la necesidad de una renovación constante de las instituciones ecuatorianas para garantizar una transformación radicalmente democrática.
Concluidas las intervenciones de los ponentes, se abrió un turno de preguntas en que salió a relucir la facilidad con que el conflicto político se desplaza hacia otros ámbitos de politización: la dificultad de construir sistemas transformadores profundamente democráticos contrasta con la facilidad con que se cuestionan o calumnian dichos sistemas. La existencia de un conflicto socio-político histórico y la situación de estructuras políticas de dominación reproducidas a través de generaciones entra en contradicción con argumentos como “la sonada policial” o cualquier otra teoría de la conspiración.
Por supuesto, salieron a relucir discursos típicos de desarrollismo o de imperialismo formal en Latinoamérica, como si cualquier otro cambio social y político que no estuviera amparado por la vieja Europa o por los nuevos EEUU fuese ilegítimo.
Como si, desde la Universidad, tuviéramos derecho a decidir sobre lo legítimo de la otredad…
Todas las fotos en Fotogracción.