A.U. Contrapoder

El imparable surgimiento del movimiento 15M en Madrid tras las movilizaciones de Juventud Sin Futuro y de Democracia Real Ya, ha sorprendido tanto a los analistas políticos como a los militantes de los colectivos sociales. Por eso, precisamente ahora, es crucial trazar las genealogías del movimiento, el origen de sus repertorios y las fuentes de inspiración de sus primeros activistas.

De alguna forma el 15M ha vuelto a plantear las claves discursivas y los estilos de movilización que inauguró el movimiento global. De una parte, una crítica a las dinámicas de la economía global como principal amenaza contra la democracia y, de otra, la desobediencia política como principal instrumento de intervención (desde la acampada original de la puerta de Sol, pasando por las concentraciones prohibidas por las juntas electorales, hasta los escraches en los ayuntamientos y en las asambleas legislativas).

Este libro quiere ser una contribución a la memoria colectiva de los movimientos sociales en Madrid, porque solo desde un conocimiento crítico y profundo de las experiencias de movilización pueden los movimientos y sus activistas acumular la inteligencia necesaria para afrontar los desafíos del combate político en momentos de agitación y crisis como los que estamos viviendo.

Presentan: Rita Maestre (AU Contrapoder) y Ariel Jerez (La Promotora)

Intervienen: Jaime Pastor (UNED), José Luís del Río (Ed. Popular), Héctor Meleiro (Juventud SIN Futuro) y Pablo Iglesias Turrión (autor del libro).

Organizan: AU Contrapoder y La Promotora

Las siguientes líneas recogen algunas impresiones sobre la jornada del 15 de octubre en Roma. No pretenden ser un relato detallado de lo acontecido en la capital italiana, sino formular diversas reflexiones en materia de acción política: una cuestión que desde hace siete días inunda la actualidad del país transalpino y, al mismo tiempo, constituye un tema fundamental de análisis y debate dentro de los movimientos sociales.

15-O: una, dos, tres… mil marchas por el cambio global

El cantautor Fabrizio De Andrè dijo una vez que el capitalismo no podía ser democrático. Hoy, en la realidad local italiana, las medidas dictadas por la troika para afrontar la crisis financiera han situado los recortes presupuestarios en uno de los niveles más altos de toda Europa, además de registrar una pérdida de derechos por parte de las mayorías sociales sin precedentes en las últimas seis décadas. Junto a esta afirmación del poder de las grandes empresas financieras por encima de la soberanía popular, algo que es ya un hecho en todos los países de la UE, en Italia los rasgos propios del berlusconismo –corrupción, restricción de la libertad de expresión y de prensa, relación con organizaciones mafiosas, leyes ad personam, escándalos sexuales, etc.- evidencian aún más las carencias democráticas sobre las que se edifican el poder financiero y la diferenciación entre los de arriba y l@s de abajo; la diferenciación entre quienes desde los grandes consejos de administración siguen registrando beneficios y quienes ven cómo la incertidumbre y las precarias condiciones de vida oscurecen, junto al suyo propio, el futuro de millones de personas.

Estos millones de personas, cuyas protestas se han visto en ciudades de todo el mundo durante los últimos cinco meses, vienen definidos habitualmente por los grandes medios de comunicación como indignados. Este término se muestra bastante limitado a la hora de describir tanto la heterogénea composición de estos movimientos como los fundamentos teóricos que los inspiran, pero quizá no sea una mala palabra para una primera aproximación: se trata de gente que, saliendo a la calle, ha expresado su voluntad no sólo de imaginar una vida y un futuro mejor, sino su determinación de construirlo ellos y ellas mismas. Fechas especialmente significativas, como la del 15 de octubre, deberían servir para buscar cierta concreción –dentro de su amplitud y diversidad- en una de las experiencias políticas más interesantes de los últimos años, que ha reinterpretado formas clásicas de hacer política desde abajo, ha inventado otras nuevas y está llamada a desarrollarse como el principal motor de cambio frente al actual modelo político, social y económico.

Al calor del 15-M, de las asambleas de barrios y municipios y del movimiento surgido en los institutos surge la iniciativa #tomalafacultad. De esta manera encontramos asambleas de campus en la Universidad Autónoma, que empezó el 29 de Septiembre; en la Universidad Carlos III, que comenzó el 11 de octubre; y en la Universidad Complutense, que se inició el 4 de octubre y se divide en dos asambleas, una de Ciudad Universitaria y otra de Somosaguas.

Tras la segunda Asamblea de Campus de Somosaguas, se decidió realizar un pasaclases/ pasafacultad promocionando e invitando la manifestación del 15 de Octubre, ligándola a la mercantilización y privatización de la universidad pública.

El próximo martes 11 ven a disfrutar de una fiesta en la que celebraremos el inicio del curso y el comienzo del otoño caliente en el que reclamaremos colectivamente a los mercados la soberanía que nos han robado, un otoño caliente en el que repeleremos el expolio de los servicios que son de todos.

Para celebrar que ha llegado nuestra hora y que se ha acabado la de las élites políticas, habrá sound system, comida, bebida, y, según la Agencia Estatal de Meteorología, SOL y buen tiempo.

La fiesta será en el parking de la Facultad de Ciencias Políticas y empezará a las 15:00 según termine la asamblea de facultad que comienza a las 13:00. Máxima asistencia a la asamblea, en la que se terminará de preparar el 15O (http://www.facebook.com/event.php?eid=217223788318602).

El primer acto del curso organizado por A.U. Contrapoder versó sobre las luchas de los movimientos estudiantiles, haciendo especial hincapié en las movilizaciones inglesas, griegas, chilenas e italianas. El encuentro comenzó con una breve explicación de la labor política realizada por Contrapoder en la facultad.


Tras este repaso, la charla trató los diferentes ciclos de movilización estudiantil en diferentes contextos estatales, analizando sus reivindicaciones, sus puntos comunes, sus divergencias y el abanico de estrategias que adoptan.


Posteriormente, tras finalizar el recorrido histórico, se ha abordado el papel de la plataforma de Juventud Sin Futuro en el proceso de movilización desde el 7 de abril hasta el otoño caliente en el que nos encontramos. Para concluir el acto mantuvimos un constructivo debate sobre el repertorio de acciones de desobediencia civil y su idoneidad en el contexto actual.