A.U. Contrapoder

Desde Contrapoder manifestamos nuestro total rechazo a la nueva directiva que regula la pegada de carteles en la facultad. Desde hoy emprenderemos una lucha en contra y continuaremos pegando nuestros carteles con la libertad que corresponde.


Esta es la notificación que nos han enviado desde decanato:

La Junta de Facultad de Ciencias Políticas y Sociología ha adoptado el 28 de noviembre de 2007 las siguientes pautas sobre la colocación de carteles en la Facultad, cuyo objetivo es, dentro del respeto a la libertad de expresión de las personas, racionalizar este tipo de actuaciones y velar por un uso adecuado de la nuestras instalaciones. Estas normas serán de aplicación a partir del 1 de enero de 2008.

1º Para colocar cualquier cartel en la Facultad será preciso obtener previamente el visto bueno del Decanato de la Facultad, que colocará su sello en los mismos como prueba de autorización. Según el tipo de actividad que se anuncie también será posible obtener la autorización mediante el sello correspondiente de cualquiera de los Departamentos, Secciones Departamentales, o Gerencia.

2º Las asociaciones de estudiantes reconocidas podrán colocar carteles en la Facultad sobre sus actividades, siempre que estén debidamente firmadas por ellas y que la temática sobre la que versen respete lo dispuesto en el punto siguiente.

3º Para dar el visto bueno para la colocación de cualquier cartel se comprobará que el contenido anunciado en el mismo tiene relevancia o interés académico o científico, o guarda relación con la actividad propia de la Facultad o de las asociaciones estudiantiles reconocidas.
 

4º Los carteles deberán colocarse obligatoriamente en los espacios destinados a tal efecto, procediéndose a retirar los que incumplan este requisito.
 

5º Los ordenanzas de cada planta revisarán diariamente los carteles colocados en su área respectiva, retirando sistemáticamente todos aquellos carteles que no cumplan las condiciones establecidas en estas normas (falta de autorización o colocación fuera de los espacios habilitados), así como todos aquellos referidos a actividades ya realizadas.

Madrid, 19 de diciembre de 2007

El Secretario de la Facultad
Rafael Caballero Sánchez

Del 28 de marzo al 10 de mayo de 2007.

Participan miembros de colectivos y asambleas de distintas universidades de Madrid.

Decía Martín Luther King Jr. que “una amenaza a la justicia en cualquier lado es una amenaza a la justicia en todos lados”. Esta máxima sirve de guía al feminismo de dos maneras. Por un lado, el feminismo reivindica la voz de las silenciadas por la Historia, lucha por la igualdad de hecho, contra las injusticias que el sistema patriarcal promueve, pero lucha con el convencimiento de que esas injusticias no sólo son una amenaza para las mujeres, sino para cualquier sociedad que se pretenda democrática e igualitaria. Por otro lado, el feminismo se compromete con una visión integral de la política, una visión que no olvida el resto de injusticias, aquellas basadas en la clase, la etnia, la orientación sexual o la discapacidad, y que necesariamente aparecen superpuestas con las injusticias de género.

Mientras las mujeres no puedan decidir libremente sobre sus cuerpos y sus vidas, mientras decenas de ellas sigan muriendo cada año a manos de sus parejas, mientras la tasa de paro femenina doble la masculina, el salario bruto mensual de los hombres sea un 36,7% mayor y la pobreza y la precariedad sean fenómenos que afecten a las mujeres de forma más incisiva, las mujeres sigan dedicando un promedio de tres horas diarias más que los hombres al hogar y la familia, y la conciliación de las trabajadoras dependa de la privatización de los cuidados (sea a través de redes familiares o de redes informales de trabajadoras inmigrantes); mientras todas estas expresiones de la opresión de la sociedad patriarcal continúen existiendo, tenemos que seguir luchando por la emancipación de las mujeres, contra la injusticia y por la igualdad en todas las partes del globo, tratando de hacer eco hasta en el último recodo de cada sociedad, gritando contra una forma de opresión que está inmersa en todos los ámbitos de nuestras vidas, construyendo feminismo entre tod@s.

El miércoles 21 de Febrero colgábamos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM una pancarta que decía “Iñaki De Juana preso por escribir. ¿Estado de derecho? Por la libertad de expresión, por la solución dialogada” La acción es tan poca cosa que no merecía un comunicado, pero intuíamos que con esa pancarta estábamos abriendo un espacio interesante, que la importancia del acto no estaba en su ejecución, sino en lo que decíamos, en el simple hecho de decirlo y hacerlo de manera pública, sin esconder nada.

Los medios de comunicación de la extrema derecha, embarcados en su campaña de criminalización, tardaron apenas dos días en reflejar el acto ¡una pancarta! El Mundo, Libertad Digital, Época, la Cope, la AVT se alarman, acusan y vociferan: una asociación de estudiantes ha colocado una pancarta en la que se dice que Iñaki de Juana Chaos está preso por escribir, rehén de la extrema derecha contra el proceso de paz, y en la que se reclaman la libertad de expresión y una solución democrática al conflicto en Euskal Herria.

Malos tiempos en los que es peligroso decir lo evidente. ¿Hemos mentido? ¿Hemos cometido algún delito? Ni siquiera con sus propias leyes pueden hacernos nada, ya que opinar no es un delito terrorista, ¿o si? Les gustaría cerrarnos la boca, quizás les gustaría cerrar todas las bocas. Donde no hay palabras no hay cuestionamiento del orden, de su orden.

Somos sospechosos hasta que se demuestre lo contrario, y lo somos por desafiar un miedo que nadie nombra: el miedo a que el poder te defina como terrorista. Necesitan constantes amenazas terroristas que les permitan gestionar policialmente las sociedades.

Hemos demostrado lo que queríamos, que el antiterrorismo es el caballo de batalla de la reacción neofranquista que acorta la libertad definiendo lo que se puede decir y lo que no.

Si siempre vivimos bajo terribles amenazas a la seguridad, siempre vivimos en estado de excepción, el derecho es un derecho de guerra, y la disidencia se gestiona en clave de guerra. En el estado español, y en torno al conflicto político-territorial que se vive en Euskal Herria, la derecha pretende imponer formas cada vez más autoritarias de gobierno y la cerril negativa a toda solución política. Las cuestiones políticas deben tener soluciones políticas y no militares por ninguna de las partes.

El brutal atentado de la T4, que le costó la vida a dos trabajadores ecuatorianos, nos devolvió a un escenario político que el PSOE, demasiado temeroso de la ultraderecha como para avanzar en el proceso de paz, no hizo nada por evitar. Cuando hablan los militares callan los civiles, bajo pena de ser acusados de traidores.

Para nosotr@s construir autodeterminación colectiva, enfrentar el recorte de libertades y resolver el conflicto político son una misma cosa.

Ese silencio es el que hay que romper, y es tan frágil que resulta sencillo hacerlo: se puede hacer con una simple pancarta.

No tenemos nada que esconder.

Estamos por la libertad de Iñaki de Juana, condenado por escribir, y por el fin de todas las medidas del estado de excepción encubierto que en Euskadi ilegaliza organizaciones juveniles, castiga a las familias de los presos políticos con la dispersión, cierra periódicos o permite la tortura.

Estamos por la solución dialogada a un conflicto que no es de orden público ni de seguridad, sino político, y como tal tiene que ser resuelto.

Estamos por la libertad de expresión, por desobedecer los “toques de queda” y la criminalización. La libertad sólo se defiende ejerciéndola.