enero 2011 | A.U. Contrapoder

Defender la alegría, organizar la rabia

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Carta abierta a un amigo tunecino

Escrita por Antonio Negri | Traducida por Jaime Serrano (Contrapoder) | Extraida de Uninomade


Querido A.,

De verdad -cuando, hace veinte años, eras mi alumno en Paris 8– no habríamos podido imaginar que la revolución tunecina habría tenido tales características y que habría planteado problemas constitucionales análogos a los de un vuelco social y político en centro Europa. Entonces estudiábamos juntos la expulsión de la clase obrera de las minas de fosfatos en el sur de Túnez, causante de grandes oleadas de migración interna y externa, así como el lento proceso de transformación que las deslocalizaciones de los sectores textiles europeos determinaban en tu país. Tu a duras penas me mostrabas las potencialidades productivas de tu país, mas allá, justamente, de la actividad textil o de la industria del turismo o de los servicios del gas y del petróleo (que solo mas tarde alcanzaron una cierta expansión). Todo ha ido terriblemente deprisa.

Hace veinte años balbuceábamos sobre globalización y hoy está ya, hasta el punto de que Túnez se ha convertido en una provincia de Europa y, con ella, del mundo. Hace veinte años apenas percibíamos la transformación del trabajo de industrial a inmaterial/cognitivo y hoy día Túnez conoce una sobreabundancia de ésta última figura de fuerza-trabajo. Y todavía, después de veinte años, nos encontramos con las terribles transformaciones que el neoliberalismo ha impuesto sobre los y encima de los cambios de la figura del mercado y de la naturaleza de la fuerza-trabajo: el fin del sistema salarial clásico, y con él un mortífero desempleo de masa y una insostenible precariedad –el 35% de la población joven es fuerza-trabajo cognitiva pero solo el 10% trabaja; además, en Túnez, se han desencadenado y acumulado destrucciones de las primicias del Estado de Bienestar, desigualdades regionales feroces, efectos desastrosos de los procesos migratorios (tanto de los que se consiguieron llevar a cabo como de los que fueron interrumpidos), bloqueo de las inversiones del exterior, etc. En fin, estos últimos veinte años nos han regalado la consolidación de una dictadura mafiosa, una corrupción incontenible y un sistema represivo astuto y cruel (astuto para seguir y legitimarse basándose en los miedos occidentales de una amenaza islamista, cruel porque fue sencilla y claramente dominio de clase, explotación y opresión de potentados corruptos contra los trabajadores y la gente honesta).

“Queremos construir un discurso común”. Entrevista a Claudia Bernardi, militante del movimiento estudiantil romano.

Jorge Moruno Danzi y Enrique Maestu Fonseca (Contrapoder) | Diagonal

Esta militante romana cita el derecho al estudio, la renta y la investigación como los pilares del movimiento que tomó relevancia europea en Roma el 14 de diciembre.

DIAGONAL: ¿Por qué se rebelan ahora los jóvenes italianos? ¿Cuáles son los aspectos comunes entre el movimiento de 2008 y este?

CLAUDIA BERNARDI: Ha habido un gran cambio de mentalidad en los dos últimos años. El proceso de maduración desde la Onda Anómala [movimiento estudiantil de 2008] hasta 2010 ha sido constante. Quienes llevamos dos años movilizándonos en las universidades hemos percibido una madurez creciente que ha emergido públicamente después de los hechos del 14 de diciembre en Roma. Esta madurez tiene que ver con la constatación de las propias condiciones de vida desde un punto de vista individual. Se ha dejado de pedir a la familia, que en Italia es el mayor dispositivo de bienestar, que nos saque de la crisis. La cuestión del futuro, y la necesidad de reapropiarse de él, ha sido uno de los pilares en las movilizaciones de este último año. La Onda Anómala se caracterizaba por una composición fundamentalmente estudiantil que atendía a los problemas de la universidad. En 2010, con el desmantelamiento de la universidad pública y la drástica reducción de la financiación, el desempleo, el acelerarse de la crisis, el hecho de que las expectativas de los jóvenes en ámbitos como la investigación no se vean cumplidas, ha llevado a los estudiantes a preocuparse por realidades sociales “externas” a la universidad. Pero todas ellas sitúan la necesidad de reapropiarse del futuro.

D.: ¿Debe continuar siendo una lucha dentro de la universidad o debe extenderse a toda la sociedad?

C. B.: Bien, las últimas movilizaciones han dado ya alguna indicación con respecto a esto. Hay que trabajar en la recomposición de alianzas sociales de carácter real que no sirvan solamente para convocar una manifestación, sino también para construir un trayecto en el que se vinculen los sindicatos, las asociaciones y comités para construir un discurso común. Tradicionalmente el trabajo con los sindicatos se ha construido en torno a la convocatoria de manifestaciones, y es ahí donde surgen los problemas.

Ahora estamos intentando construir un discurso común. En esta línea, continuamos llamando a la movilización, haremos seminarios de autoformación, posiblemente convocaremos más movilizaciones en los próximos meses y es posible que incluso la CGIL [principal sindicato italiano] convoque una huelga general. La mayor parte de nuestras fuerzas están centradas ahora en crear alianzas sociales y poner énfasis en la necesidad de apropiarnos de nuestro futuro. No nos podemos olvidar de las luchas que se crean dentro de la universidad, comprender y posibilitar nuevos dispositivos de sabotaje y nuevas formas de organización dentro del medio estudiantil. A largo de estos meses, el reto será el de crear un nuevo espacio con los investigadores.

El fondo para préstamos universitarios se ha duplicado en tan sólo tres años


Alfredo Almendro y Joseba FernándezDiagonal

Afirmaba la ministra Garmendia en marzo de 2009 que “los préstamos-renta de ninguna manera sustituirían a las becas convencionales”. Menos de dos años después, esta contundente declaración puede ser ya cuestionada con los datos en la mano. La crisis financiera que atraviesan las universidades españolas ha provocado la reducción de distintas ayudas por parte de gobiernos autonómicos y universidades, mientras el programa de préstamos-renta promovido por el Ministerio de Educación ha aumentado su financiación de los 50 millones de su primera edición (2007) hasta los 100 en la convocatoria del año pasado, tal y como figura en los Presupuestos Generales del Estado de 2010.

No sólo se ha reducido la proporción de becas en relación con los préstamos-renta. Las condiciones de estos préstamos destinados a “apoyar financieramente a los graduados universitarios que quieran continuar sus estudios con un máster oficial” también han cambiado. Los principales cambios introducidos por el Gobierno en este programa hacen referencia a las condiciones de acceso y devolución de los préstamos. La Orden Ministerial de 18 de diciembre de 2010 regula las nuevas condiciones de los préstamos para estudios de posgrado y máster.

Uno de los giros afecta a los intereses asociados a los préstamos-renta, que a partir de la última convocatoria, deberán ser devueltos con intereses: se acabó el coste cero. El Ministerio contestó en su día a las críticas del programa de préstamos afirmando que mantendría la política de créditos sin intereses. Al cierre de esta edición, la página del Ministerio sobre los préstamos-renta no recogía el cambio.

Para la convocatoria de 2011 se desconoce el importe exacto del interés que cobrará la entidad financiera con la que se suscriba el préstamo, pero según ha señalado el Ministerio, se aproximará al índice del euribor (en torno al 1,5% en la actualidad). La orden precisa que el Estado subvencionará la mitad del importe del interés.

Además, los términos para la devolución del préstamo se vuelven ahora más exigentes. Si en las anteriores convocatorias podía retrasarse la devolución en caso de que el beneficiario, tras empezar a trabajar, no ganase más de 22.000 euros al año, a partir de ahora el Ministerio sólo subvencionará el pago durante el tiempo de carencia estimado, un periodo que variará en función de la duración de los estudios: dos años para los másteres de un curso, tres para los programas de dos, y cuatro para los de cinco. El tiempo de amortización también se reduce, pasando a ser de cuatro años para programas de uno, cinco para programas de más de un año, y seis para aquellos que superen los dos años.

Luces y sombras de la manifestación del 27 de Enero en Madrid.

El pasado día 27 de Enero se condenó a toda una generación a envejecer en la miseria, después de toda una vida trabajada en precario, tras el pacto de reforma de las pensiones, firmado por CCOO y UGT. Para el mismo día, estaban convocadas por sindicatos independentistas y anarquistas tres huelgas generales en distintas partes del Estado Español; Galiza, Euskadi-Nafarroa y Catalunya. La evidencia de no poder convocar una huelga general en Madrid, al margen de las grandes centrales sindicales, tuvo su correlato en una manifestación que partió de Atocha y finalizó en Las Cortes. Tras un intento de alcanzar el congreso la policía acabó cargando contra los manifestantes, con las consecuentes escaramuzas y disturbios que se repartieron por el centro de Madrid.

Una manifestación a la que acudió mucha más gente en comparación con las anteriores que han tenido lugar; posiblemente gracias al contagio provocado por el clima de huelga en otras zonas, la sensación de traición en el pacto de las pensiones y las constantes noticias de revuelta que se están dando en medio mundo. Una manifestación en la que se respiraba un ambiente cargado de voluntad de ser protagonistas de nuestra realidad, rabia por ser siempre espectadores pasivos del robo colectivo y muestras de una actitud combativa, rebelde, que hacía tiempo que no se sentía en las calles de Madrid. Al mismo tiempo es necesario destacar y realizar una crítica constructiva de cara a enfrentar el futuro cercano con inteligencia.

Nuestras propias muestras de salud antagonistas, resaltan por igual nuestras carencias organizativas y debilidad estructural como movimiento. Todavía no somos capaces de ofrecernos seguridad colectiva ante cualquier incidente, por lo que al final, es la huída individual y caótica la que nos derrumba y eso la policía lo sabe. Tenemos que lograr delimitar espacios de soberanía, de control territorial donde movernos en un bloque compacto, sin fisuras, regido por la autonomía; las normas colectivas. Construir orden da incluso más miedo que generar desorden. No cabe otra opción más que construir en común, dejando luchas intestinas al margen que ninguna incidencia tienen en la realidad, más que en la vida de los que las protagonizan. La tarde de Madrid del 27 Enero, puede ser el primer paso de un nuevo ciclo de luchas que necesita del equilibrio perfecto de toda nuestra inteligencia y corazón. Puede ser el comienzo de algo, porque sabemos que cuando estamos juntos, damos miedo.
 
 
Jorge Moruno

La Tuerka aborda las movilizaciones estudiantiles en Italia

El pasado 23 de diciembre, La Tuerka CMI (tertulia política que se emite en Tele K) abordó los enfrentamientos que se produjeron en Roma entre estudiantes y precarios y policía el martes 14 de diciembre mientras en el Senado el Gobierno Berlusconi se mantenía a duras penas gracias a tres votos de dudosa procedencia.

La jornada del 14 de diciembre estuvo marcada por movilizaciones en todas las grandes ciudades italianas, que incluyeron ocupaciones de aeropuertos, estaciones y puertos, y que tuvieron su máxima expresión en la manifestación nacional de Roma y la batalla desatada al final de la misma.

Nos preguntaremos quiénes y porqué "desencadenaron el infierno" en Roma, les preguntaremos por su análisis de lo que allí sucedió y por las perspectivas de futuro aquella demostración de fuerza. También discutiremos sobre la dimensión europea de las protestas, pues la de Roma estuvo precedida por la revuelta de los estudiantes en Londres contra el aumento de las tasas universitarias, y antes por las movilizaciones francesas contra la reforma de las pensiones, con un peso destacado de la juventud y los estudiantes; un día después de Roma, Grecia vivía su octava huelga general, en un ambiente de durísimos choques con la policía, con un peso protagónico de la juventud enfrentada a un horizonte precario.